miércoles, 14 de marzo de 2012

Otras Encarnaciones

En otras encarnaciones

Después de tanto hacer, después de tanto tiempo, ganar, fue perder. Demasiada lucha inútil, un demoledor desgaste que superaba al previsto, y al final, efectivamente, tal como estaba pronosticado, la victoria se convirtió en derrota.
Todo era previsible, pero la laxitud se aloja en los colectivos que vienen manipulados y así no hay manera de hacerles cambiar, y llegan a ser “encarnaciones” insufribles. Viene a ser aquello tan de abuelas ¡niño, tu, no te señales!, y en ese barco de cada encarnación navegan, al pairo de las mayorías, los silentes que parasitan sin la mayor intención de enterarse de nada de lo que puede ocurrir, ni la menor idea de lo que acontece.
Ahora, en otra encarnación, (una vez ganada esta que perdimos) se da, que existen en la que nos ocupa, dos facciones, ambas, por raro, con legalidad suficiente, pues los votos le dieron la confianza a la oposición, otorgando las urnas la presidencia, y la anterior, la saliente, aun conserva la responsabilidad de presidir la junta de compensación. Encarnación de parcelista.
Un lío total, en el que las partes, ambas legitimas, lanzan consignas distintas, antagonistas de una verdadera mentira y de una mentira verdadera, vaya usted a saber, y además anuncian amenazantes recargos, y pleitos, y poderes ante notario, prestamos bancarios, imposibles de pagar para los pensionistas, que son la mayor parte de los comuneros. Ambos quieren ganar con sus razones, las cuales hacen que se quiten las ganas de tomar decisión por ninguna parte y dejar que los acontecimientos hagan a uno vencedor para perder todos. Encarnación, distinta.
La buena noticia llegada de la Extremadura nos evitara tener que hacer jornadas de lucha en el cerro de San Jorge, contra el dragón. Siempre los reptiles. Encarnación de manifestaciones.
En la Trinidad el pequeño grupo crece, justo cuando crece las expectativas, y crecen las naves, que no luchan contra los elementos, ya no hay lucha, posiblemente ganaremos para perderla, aunque sea algo transparente. Encarnación frágil. La cosa, con tanta burocracia, papeleo, estudios, concurso de ideas, concurso de obra y otras zarandajas lo mismo se tardan tantos años que, no hay quien evite que pueda suceder cualquier cosa en los próximos, pongamos diez años. Incluso ganando, esto suele ocurrir con las encarnaciones. Todo son encarnaciones.
En Pumarejo, casa grande, todo hace presagiar que pueda haber una aceleración, incluso cuando solo aparecen puntales y agujeros, pero no precisamente en el método colegiado empleado desde el primer momento de la rebelión ciudadana espontáneamente formada en su defensa para tomar las decisiones.
No, eso es algo que se debate en las distintas asambleas, y la velocidad no puede tener cabida en la analítica reflexión del conjunto de personas que participan en sus deliberaciones. Se burocratiza, y no aparece nunca la improvisación. Así esta establecido.
Doce años hace ya, de cuando los primeros defensores se hicieron fuerte en sus estancias, doce años en los que viviéndola, incluso la hacen mas propia, doce años pasaron tomando lentamente colegiadas decisiones, y obligando a las altas instancias a tomar algunas con urgencias tal, que ni los efímeros responsables de cada momento querían asumir, pero ahí esta, ahora es de todos, pero lo que es peor, si todo lleva esta pauta marcada por doce años, cabe temer que con el tiempo, esta encarnación, no será de nadie. Ganar, para perder.
Sevilla a 14 de Marzo de 2012
Francisco Rodríguez Estévez

domingo, 10 de enero de 2010

La inutilidad, tiene un precio

De Carlos Rosado en Correoweb

La torre Pelli impecable
Día negro para el cuerpo de guardia de la Sevilla inmóvil. Los expertos del Ministerio de Cultura aprueban la torre Pelli. Al parecer, los técnicos consideran que el proyecto es impecable urbanística y patrimonialmente.

Cuando el presidente de Cajasol presentó el proyecto de nada valió que viniese firmado por César Pelli, ni los efectos que sobre la economía sevillana tendría su construcción. Se le echaron encima los guardianes de la Sevilla inmarcesible. A todos ellos les une la misma ley fundamental cuyo primer principio es el de la intangibilidad de la ciudad y cuyo corolario es el del anatema al que intente alterarla.

Siempre me he preguntado dónde estaban esos cuando se perpetraron los grandes destrozos de la ciudad que entregó a la piqueta la Plaza del Duque, La Campana o La Encarnación y se alzó ese barrio antiestético junto al río.
Es aceptable que haya gente a la que no le guste la torre como hay a quien solo le gustan las farolas isabelinas o el estilo remordimiento español que tanto abunda en la ciudad. Pero eso no significa que haya que seguirles.

Si Pulido se hubiera atrevido a situar la torre Cajasol como la torre Acbar en pleno Barcelona no sé que habría sido de su integridad. Ni que campaña de descrédito habría tenido que afrontar.

Me juego una cena a que los expertos que han dictaminado a favor de la torre van a ser conducidos al desolladero de los orates con pluma. De nada les va a servir ser catedráticos de historia del arte o arquitectos. Mis condolencias a los que de ellos vivan en Sevilla y mi admiración. Les pasarán por la máquina de picar carne que funciona diligente bajo el cuidado de la tropa de élite del irredentismo sevillano, una gente que no ceja en pretender la anexión de Sevilla a un país de fantasía, inventado por ellos.

Con las excepciones de los expoliadores franquistas (por no remontarnos al siglo XIX, clero incluido) Sevilla ha estado siempre gobernada por gente prudente, unos mas estáticos y contemplativos que otros. Pero incluso estos últimos han ido reformando la ciudad intentando no molestar. Un mérito.

sábado, 14 de noviembre de 2009

Informe de ICOMOS (2007)

COMUNICADO DEL COMITÉ ESPAÑOL DE ICOMOS ANTE EL PROYECTO DE CÉSARPELLI EN SEVILLA El anuncio de la construcción de un edificio de 178 metros de alturaen Sevilla, muy próximo al límite del conjunto histórico y alMonasterio de la Cartuja, ha causado una profunda preocupación en elComité Nacional Español de ICOMOS. Durante los últimos años, Sevillaes una ciudad que ha llamado la atención de este Comité por numerososprocesos muy agresivos para el patrimonio de la ciudad: obras en laplaza de la Encarnación; actuaciones relacionadas con la instalacióndel tranvía denominado metrocentro (tanto en lo relacionado con losrestos arqueológicos aparecidos, como en la eliminación de una buenaparte del arbolado de la zona por la que atraviesa en el centrohistórico); criterios utilizados en la rehabilitación del palacio deSan Telmo, generalización del fachadismo y aumento de volumetrías enla rehabilitación de edificios, etcétera. La construcción de unrascacielos de dichas dimensiones evidencia un cambio en el modelo deciudad que no se reflejaba en el reciente Plan General de OrdenaciónUrbanística del municipio y la perspectiva de un nuevo paisaje urbano.Esta propuesta aparta a Sevilla del conjunto de ciudades mediaseuropeas, especialmente de las ciudades con un rico patrimoniocultural. Éstas, habitualmente, basan su calidad ambiental y urbana ensu escala histórica y en los hitos ya definidos, al menos en suscentros históricos y proximidades, por piezas arquitectónicas valiosasy de rotundo protagonismo en el escenario de la ciudad (Florencia,Estrasburgo, Praga o Berna). Se caracterizan por un riguroso yprudente cuidado en la introducción en su entramado de obras decualquier tipo que puedan trastornar un paisaje equilibrado yarmónico, producto de siglos y que, sin embargo, puede ser alteradocon una sola y desafortunada intervención. Los procesos de globalización económica mundial están teniendo unefecto muy negativo en algunas culturas locales y, sobre todo, en lasclaves patrimoniales de muchas ciudades que parecen renunciar a losvalores patrimoniales propios, para convertirse en poblaciones queposeen siempre el mismo modelo constructivo (rascacielos de cristal,acero y hormigón), inspirado en los centros de negocios de lasciudades estadounidenses, que han banalizado y homogeneizado la imagende muchas ciudades del planeta. Shangai, Denver, Auckland,Johannesburgo o Sao Paulo poseen un paisaje urbano clónico,indiferenciado y con escasa identidad propia. El paisaje cultural dela ciudad histórica europea es único en cada ciudad e irrepetible. Sevilla ha sufrido una importante pérdida de recursos patrimoniales enla segunda mitad del siglo XX, pero aún mantiene una singularidadinconfundible gracias a que las alteraciones de sus perfiles urbanoshan sido menores. Construir este rascacielos no es sólo en sí unimpacto y un cambio de modelo urbano, sino que dará argumentos a laconstrucción de nuevos rascacielos y a que el protagonismo delescenario urbano se desplace desde los hitos de verdadero valorhistórico, patrimonial, colectivo e identitario, hacia otros quecopian sin, obviamente, convertir a Sevilla en Nueva York o Chicago.Esta propuesta refleja una valoración implícita en su ideología peroexplícita en la imagen de la ciudad de la creciente potencia de losvalores económicos, privados, ajenos a la trayectoria histórica ycultural de la ciudad y de la región y, sobre todo, extraños en unaciudad que nunca ha privilegiado en su imagen este tipo deidentidades. Se ha tachado a Sevilla, y con toda la razón, dedisfrazarse de sí misma en sus barrios más turísticos, con un productoque la aleja de la autenticidad (sobre todo en el entorno de SantaCruz); ahora parece que Sevilla se disfrace de otro perfil de ciudadque aún está más lejos de crear y consolidar una ciudad basada en susvalores auténticos. Este Comité recomienda que los responsables municipales, losautonómicos de Cultura y Urbanismo, así como los promotores de esteinmueble reflexionen sobre las consecuencias de su construcción y lessolicita las premisas y planteamientos conceptuales y legales con losque ha contado César Pelli para intervenir en una ciudad de marcadocarácter patrimonial y que posee tres bienes que forman parte de laLista del Patrimonio Mundial y cuya percepción paisajística,especialmente del hito por excelencia de la ciudad, la Giralda, severá profundamente alterada al confrontarse, inevitablemente, con laproyectada nueva edificación de mayor altura. Este Comité recuerda quela Giralda posee un renombre y reconocimiento universal y que, lanueva torre, sin entrar a valorar la calidad del proyecto, muydifícilmente podrá sobresalir tanto en el campo de la arquitecturaactual, por muy renombrado que sea el arquitecto que lo proyecta, sinoque probablemente no pasará de un edificio de media calidad que nosobresaldrá entre el sinfín de estos inmuebles que proliferan en lasgrandes metrópolis del planeta. Ni Sevilla es una metrópolis, ninecesita serlo para asegurar la calidad de vida de sus ciudadanos y,sobre todo, no precisa de impactos tan profundos para competir ysituarse entre las ciudades más innovadoras y creativas. Sevilla puede prescindir sin renunciar a nada de este tipo deestructuras que la hacen víctima de una incierta nostalgia de unapretendida modernidad. Esta modernidad se consigue de otra manera enlas ciudades europeas, y no es la altura de los nuevos edificios laque la determina, sino otros aspectos también cuantitativos, perosobre todo culturales y cualitativos, que expresan mejor que con ellenguaje economicista y financiero de los rascacielos, el espírituabierto, la capacidad creativa que busca nuevas formas de hacer ciudady la apertura hacia nuevos modelos territoriales y urbanos mássensatos, justos y equilibrados. En Ámsterdam, Copenhague, Hamburgo,Bolonia o Estocolmo, la modernidad se hace patente no en la escala desus edificios, sino en la armonía de su conjunto, en su concepto deciudad entendida como un todo en encomiable sintonía con su entorno yen la forma en que estas ciudades, y la inmensa mayoría de las delcontinente, saben reconocerse en el modelo de ciudad europea, tal vezla mejor y más elevada, aunque no medida en metros de altura,expresión de la cultura y civilización de esta parte del planeta. Respecto a los promotores de la obra, las dos cajas de ahorroprovinciales en proceso de fusión, se les recuerda su papel dereferencia social y cultural. Sus actuaciones deben servir deparadigma en todas las facetas socioeconómicas, por lo que no pareceaconsejable optar por la imagen que dan de sí los grandes bancosprivados -que atienden prioritariamente a los intereses de susaccionistas- en las grandes metrópolis mundiales, sino que se acomodena las claves de la modernidad y vanguardia cultural que asumen otrasentidades de clara vocación colectiva y social en las ciudadeseuropeas. Ante la gravedad de la operación que parece contar con losbeneplácitos de las autoridades municipales y autonómicas, nos ponemosa su disposición para aclarar criterios de actuación y, en todo caso,recomendamos muy fehacientemente, además de las cuestiones yaseñaladas, la conveniencia de que se cree un consejo de expertos enpaisaje cultural que valore el impacto de esta actuación. Si para laelección del edificio se ha optado por un concurso de ideasinternacional en el que, además de los propietarios del suelo, se haincluido un selecto grupo de expertos en arquitectura en su valoracióncomo proyecto concreto, ahora es imprescindible un informe realizadopor expertos en conservación del patrimonio cultural, en especial deldeclarado Patrimonio Mundial, y paisajistas en ámbitos patrimonialesde la misma talla (desde distintos perfiles profesionales como exigela gestión del patrimonio) que dictaminen sobre el impactopaisajístico del inmueble proyectado. Conviene no olvidar que lacitada presencia en la Lista del Patrimonio Mundial de tres monumentosde Sevilla comporta, según la Convención del Patrimonio Mundial, laconservación de su autenticidad e integridad y esto no solo afecta ala edificación propiamente dicha, sino a los valores culturalesinmateriales implicitos en ellos (relación armónica con el entornopróximo y lejano, visuales, conservación de los ambientes, del perfilurbano y del paisaje, etc.). El conjunto de la ciudad, el paisaje deSevilla, a la postre, es mucho más importante que optar por la calidaddel diseño de un solo edificio, especialmente cuando la relaciónvisual de esta ciudad se verá irrevocablemente alterada. Madrid, 5 de marzo, 2007 Vº Bº La Presidenta de ICOMOS España María Rosa Suárez-Inclán Ducassi

martes, 23 de junio de 2009

LA TORRE

LA TORRE.
Publicado en el Correo de Andalucía. Domingo 21 junio 2009
Jorge Benavides S1
En enero de 2007, 14 empresarios, el Teniente Alcalde y el Gerente de Urbanismo
decidieron construir la Torre Cajasol de Pelli. ¿Cómo era posible si antes se había
aceptado el informe de Cultura impidiendo levantar la de Bofill de 80 m? El Monte firmó
un Convenio con los políticos y así, sin invertir un Euro, duplicó la altura, la edificabilidad
(178 m) y las ganancias. Una eficaz gestión lucrativa que remite a Tablada.
La Torre Cajasol no es solamente un asunto de interés lucrativo sino de interés general y
cultural; por eso, pone en discusión un tema actual: El Planeamiento, la Gestión y la
Democracia en la Construcción de la Ciudad. Atenta contra el imaginario colectivo,
aceptado como norma: no se puede construir un edificio más alto que el alto símbolo de
la ciudad, la Giralda (97,50 m.) Por ello en la dictadura se paralizó la construcción de la
torre Los Remedios- También se dijo: “es un edificio singular destinado a convertirse en
el símbolo de la modernidad de la ciudad”. Fue abandonada hasta 1976 y se la terminó
en 1981. El pretexto de la modernidad asociada a un rascacielos tenía razón de ser a
fines del siglo XIX cuando se hizo el primero en Chicago. En el siglo XXI no, mucho
menos si las “instalaciones son convencionales”.
La Torre es terrorismo urbano en tanto la ciudad es el producto cultural más complejo
hecho por el hombre. Ha merecido la inconformidad del ICOMOS. Por su decisión se
impidió que Calatrava levantara una torre aledaña a la Catedral de Oviedo, Patrimonio de
la Humanidad.
Hace un mes, en la ETSA, varios profesores universitarios expusieron sus argumentos en
contra de la Torre financiera. También en el Ateneo, durante las cuatro semanas de
febrero, el 95 % de los expertos invitados, ratificaron su opinión contraria a la decisión de
los 14 empresarios, decididos a repetir la experiencia de 1929: en plena crisis mundial, en
lugar de gastar menos para ahorrar más, se invertirá en una obra sin valor local
agregado. No ha importado la opinión de Michel Boldrin, invitado de Cajasol: ahora, la
prioridad de las inversiones debería ser otra. En los próximos años, las empresas
productivas de alto “standing” no comprarán oficinas; pero la Gerencia de Urbanismo sí lo
hará. Será legal pero no conveniente.
Nadie pone en duda el prestigio de Pelli. El ha satisfecho las demandas de su cliente que,
obvió la exigencia de sendos estudios de movilidad, de accesibilidad y de autosuficiencia
energética. Al salir los coches del “más grande aparcamiento de Andalucía, (3044)” a la
hora punta, ocuparán todas las calles entre la Torre y la Plaza de Armas. Los atascos
serán aún mayores que los habidos. No existe un estudio detallado que incluyera una
simulación. Tampoco un estudio de Sostenibilidad (responsabilidad social en el consumo
de los recursos naturales no renovables) que debieron exigir los “poderes públicos”.
Solamente se ha hecho una declaración de intenciones.
En este contexto, el Alcalde, en las “Jornadas Torre Cajasol”, respaldó a los 14
empresarios y añadió: Sevilla no puede convertirse en «una ciudad parada y acabada»;
«No se debe dejar de incorporar nuevas realidades acordes con los nuevos tiempos» se
trata de un proyecto urbanístico que «enriquece a la ciudad», al incorporar elementos
arquitectónicos «de los tiempos que vivimos». También descalificó a todos los críticos del
1 Dr. Arq. Profesor Principal de la ETSA. Miembro del ICOMOS ESPAÑA
proyecto, incluido el ICOMOS, porque “esas voces no son representativas y no
responden a criterios técnicos, sino a motivos políticos de estar a la contra”.
Una ciudad no se edifica en plazo fijo. Siempre está en construcción. En democracia se
la construye con un Plan(o) hecho por expertos, aprobado por el Ayuntamiento. Se
debería tomar en cuenta a todos sus vecinos aunque, estos hayan delegado en su
Alcalde, su representación.
Hacer ciudad es construir el espacio público para hacer posible ejercer la ciudadanía. El
Estado debe esforzarse para formar ciudadanos; pero, le resulta más fácil y rentable
hacer consumidores. Educar a los ciudadanos supone el buen ejemplo de los
gobernantes y el buen comportamiento de los gobernados. Toma tiempo; es una
actividad de responsabilidad (libertad pensando en el otro); están en juego aspectos de
interés común. Enseñar a consumir no cuesta nada (libertad sin pensar en nadie); basta
construir altas torres y grandes superficies. En este contexto, toma protagonismo la
participación ciudadana. Es uno de los aportes indispensables de la democracia cuyo
amplio contenido posibilita la confluencia de numerosas opciones, todavía
insuficientemente desarrolladas. Debemos conocer: mientras lo público padece anemia
(déficit de equipamientos y de servicios públicos), lo privado (urbanizaciones) padece
elefantiasis. La Torre debería convertirse en una oportunidad para reflexionar en la forma
de hacer ciudad y democratizar la democracia.
Texto original, enero 2009, reducido el 18 de junio 2009. Más ajustado el 19.06.09

martes, 28 de abril de 2009

Un NOOOOO, de solemnidad

ABC de Sevilla
Sábado, 25 de abril de 2009

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Juan Goytisolo encabeza el manifiesto contra la construcción de la Torre Pelli


CARLOS BARBA El escritor Juan Goytisolo, premio nacional de Literatura 2008, es una «voz no representativa» contra la Torre Pelli según el alcalde

ALBERTO GARCÍA REYES. SEVILLA
A pesar de que el alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, afirmó durante la última visita de César Pelli a la ciudad que las opiniones en contra de la Torre Cajasol pertenecen a «voces no representativas», ya son más de 250 firmas de prestigio las que avalan el manifiesto del arquitecto Fernando Mendoza contra la ejecución de este proyecto en La Cartuja. No en vano, el primer firmante es el escritor Juan Goytisolo, premio nacional de Literatura 2008. A esta adhesión hay que sumar otras de gran relevancia, como la del escritor francés de origen tunecino Meddeb Abdelwahab, la escritora parisina Cécile Wajsbrot, los compositores alemanes David P. Graham y Stefan Streich junto a los españoles Germán Toro, Elena Mendoza y Teresa Catalán, o la actriz Pepa Sarsa, entre otras muchas personalidades.

Hay que destacar también el apoyo al manifiesto que realizan decenas de arquitectos e ingenieros de diversas nacionalidades, así como funcionarios y hasta arqueólogos como el sevillano Fernando Amores.

El manifiesto, realizado por Mendoza el pasado día 25 de marzo, recuerda que «la Caja de Ahorros Cajasol y el Ayuntamiento de Sevilla se disponen a comenzar de inmediato, la construcción de un rascacielos de oficinas de casi doscientos metros de altura, situado al Oeste de la ciudad, a las puertas del mítico barrio de Triana y a 1,6 kilómetros de los lugares declarados Patrimonio de la Humanidad, la Catedral, el Alcázar, el Archivo de Indias y el barrio de Santa Cruz». Para contextualizar aún más su posición contraria, el arquitecto afirma que «el rascacielos tiene el doble de altura del valle del río y del monumento hispanomusulmán más emblemático de Sevilla, la Giralda». Por ello, para los firmantes «la torre supondrá una agresión visual contra el paisaje más relevante de la ciudad: la torre del Oro, el puerto de Indias y el puente de Triana; interferirá en los fondos de calles del centro histórico; destruirá el paisaje de la Cartuja de Sevilla y, por último, competirá con la Giralda en su relevancia emblemática, al doblar su altura».

El manifiesto tampoco obvia otras posturas en contra, como la vinculada a la Unesco: «La construcción se va a realizar a pesar de un durísimo informe en contra del rascacielos emitido por Icomos (International Council on Monuments and Sites), organismo asesor de la Unesco».

En definitiva, Mendoza subraya que «Sevilla y su paisaje son propiedad inmaterial universal y no pueden ser monopolizados o desvirtuados por entidades o grupos financieros». Por todo ello, y «dado que los daños que se producirían por la construcción del rascacielos serían irreparables para el paisaje y la armonía de una de las ciudades más míticas de Europa», el manifiesto solicita a «la Junta de Andalucía que intervenga y decida si la construcción del rascacielos es acorde con su normativa de protección de Sevilla y su paisaje». Asimismo, el texto exige al «Ayuntamiento de Sevilla una moratoria en la construcción del rascacielos hasta que se haya realizado un informe definitivo por Unesco», para lo que «igualmente solicitamos que el Ayuntamiento acepte íntegramente dicho informe, sea cual sea su contenido».

Por último, el manifiesto insta a «la Promotora, la Caja pública Cajasol», a que realice «una modificación del proyecto en volúmenes más pequeños que se adapten al paisaje del entorno de Sevilla».

viernes, 24 de abril de 2009

siies y NOOOOOOOES



MESA REDONDA: SIES y NOES al proyecto de la Torre Cajasol en la Isla de laCartuja de Sevilla Ponentes: * Victor Fernández Salinas. Geógrafo. Profesor titular de la Universidadde Sevilla. Vicesecretario del Comité Nacional de ICOMOS España * Manuel Marchena Gómez. Geógrado. Catedrático de la Universidad deSevilla. Gerente de EMASESA. Modera: Ana Avila. Profesora-Educadora de personas adultas.Miembro de Ben Baso. Lunes 11 de mayo a las 19:00Aula de Grado M. Carriazo de la Facultad de Geografía e Historia Organiza: Asociación de profesores para la Difusión y Protección delPatrimonio Ben BasoColabora: Universidad de Sevilla

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martes, 21 de abril de 2009

T U M B A L A

CONSIDERACIONES sobre la TORRE-CAJASOL



Obvio debería ser que en el debate en torno a la Torre Cajasol y su impacto sobre Sevilla predominasen los criterios arquitectónicos y urbanísticos junto a los criterios de otras disciplinas hoy participantes en la reflexión sobre la ciudad. Pero a los muy interesados en que se haga realidad la Torre como son la entidad financiera que la promueve, algunos políticos, el autor del proyecto y empresas constructoras adjudicatarias sólo se les conoce hasta ahora afirmaciones rotundas a su favor pero sin un discurso fundamentado en aquellos criterios. Y la defienden augurando un gran beneficio y gran mejora para Sevilla, aunque sin precisar en qué consistiría. Y también hacen un uso no actualizado y muy generalizante de ideas muy usadas cotidianamente pero que en su origen proceden del ámbito histórico, sociológico-filosófico y científico, cuales son: “modernidad”, “progreso”, “cambio”, “transformación”,..Además de emplear estrategias normalmente utilizadas para la venta de productos en el mercado y en la propaganda política.

Es por lo que al análisis del proyecto Torre Cajasol con criterios arquitectónicos, urbanísticos y los otros ya citados se añadirán criterios históricos, filosófico-sociológicos y científicos para responder con rigor y suficiente ilustración la ideas empleadas por sus defensores.

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Es así como ante el proyecto de la Torre Cajasol es posible hacer las siguientes consideraciones:

1ª)- Obvio parece que con el proyecto de la Torre Cajasol se busca una operación económica de gran envergadura similar a otras puntuales que ha habido en España y que lleva a la apuesta por la gran altura.

La opción por la gran altura comenzó en el pasado siglo con los altos y desafiantes edificios americanos, pero debe resaltarse que en ellos concurrían: un desbordante crecimiento urbano con gigantesca presión sobre el suelo, la ausencia de ciudades históricas y la fe y seducción americanas de entonces por la técnica desafiante ante la naturaleza- en éste caso ante la gravedad- que posibilitaba a los “ricos” y poderosos del siglo XX afirmar su poderío económico y técnico con la gran altura de sus rascacielos. Lo que deviene después en tradición constructiva en las ciudades americanas, en las que coinciden un crecimiento urbano poco planificado y regularizado y esa ya tradicional seducción americana por la edificación alta, e imitada después en muchas ciudades.

Décadas después fueron surgiendo otras intervenciones de altura en otras ciudades, algunas de Europa, con fuerte protagonismo económico-financiero internacional y más tarde con la economía globalizada. Y en las que se han superpuesto la simbología del “poder” con el gran aprovechamiento del espacio, aunque sin llegar a aquellas exhibiciones en altura americanas. Y en ciudades de China con agobiante presión económica sí se ha imitado después el “gigantismo” arquitectónico americano, ya como tardío alarde tecnológico y como necesidad de emular y afirmarse de los que aquí llamamos “nuevos ricos”.

Asimismo en España se han realizado intervenciones puntuales en gran altura como las torres de la ciudad del Real Madrid y la Torre Acbar en Barcelona, que son resultado de grandes operaciones económicas. Y como en España el sector inmobiliario y el financiero han tenido gran protagonismo e influencia hasta éste momento han querido también imitar ese tipo de operaciones de gran altura en ciudades menores en donde se presentaba una ocasión. Así ha ocurrido en Sevilla, en donde no existe un gran protagonismo económico internacional ni una tan brutal presión sobre el suelo como para justificar una intervención de ese volumen, pero sí parece que esa arquitectura símbolizadora de “poder” seduce a algunos que aspiran a él aunque sea como presuntuoso intento de emularlo. Y por ello creen poder seducir también con el efecto espectacular de la gran altura y la simbolización de poder económico con la que en el mundo de la imagen mediática se la suele asociar.

2ª)- Para acometer hoy el análisis de una intervención arquitectónica de cierta envergadura en una ciudad, o en un territorio, nos encontramos con un cuerpo conceptual más amplio y complejo que en décadas anteriores. Pues estamos ante un mundo abismalmente transformado en relación con el de hace un siglo en el que han aparecido muchas ideas y actitudes que rompen con la primera modernidad como ésta rompió con el pasado que la precedió. Es un complejísimo panorama económico, social e intelectual, tan diferente al que determinara al primer Movimiento Moderno, en el que varias disciplinas hacen complejas reflexiones sobre la ciudad y la arquitectura que en ella se erige. Y ante un edificio con las características de la Torre Cajasol parece obligado no detenerse en el análisis del diseño en sí para adentrarse en su impacto sobre la ciudad. Para ello el Informe de expertos(urbanistas, geógrafos, ecólogos, demógrafos,..) sobre CIUDADES EUROPEAS SOSTENIBLES de la CE propone el estudio de 20 indicadores de sostenibilidad urbana, pero por las limitaciones de un escrito como éste nos ceñimos a sólo dos: a) a la escala del edificio derivada de su volumen de ocupación, lo que entra en el ámbito de la arquitectura, y b) a su impacto en el tráfico, lo que entra en el ámbito del urbanismo.

a).- El entorno de la Cartuja y el río estuvieron históricamente unidos a Sevilla con la excepción del periodo en que el ferrocarril los separó, y después han sido incorporados espacialmente otra vez a Sevilla con la EXPO 92 para después ser destinada a zona de usos terciarios con una moderada edificabilidad tal como se la utilizó en 1992, y como ocurre todo a lo largo del río. De ahí que resulte de gran arbitrariedad ubicar ahora en ese espacio una Torre concebida con tan gran altura, pues: 1º)- no existe en el espacio de la Cartuja ni en otros espacios de Sevilla una tan enorme presión sobre el suelo generada por una desbordante actividad económica que demande una intervención de 180 ms de altura como la de la Torre Cajasol; 2º)-la imagen internacional de Sevilla y el papel que desempeña en los circuitos culturales y turísticos es la de ciudad histórica y cultural, al igual que otras ciudades europeas con centro histórico, y no la de ciudad con poder económico y financiero; 3º)- la escala de la Torre emerge bruscamente sobre el resto para demandar un absoluto protagonismo que genera gran desequilibrio visual en las distintas perspectivas desde ambos lados del río, lo que hasta hoy las corporaciones municipales habían evitado impidiendo alturas excesivas en aras de preservar unas panorámicas muy definidoras de esa imagen extendida de Sevilla como ciudad histórica que es el papel desempeñado.

Por ello también resulta arbitrario el que ahora algunos políticos lleguen a creer que su legitimidad democrática les puede permitir dar paso a intervenciones que rompen entornos y panorámicas históricas conformadoras de la imagen de una ciudad. Y se pone más de manifiesto lo arbitrario cuando se constata que la propuesta de la Torre no obedece a una iniciativa de interés público sino que es un privilegio al que aspira una entidad financiera para realizar una gran operación económica en beneficio propio pero ajena a las necesidades de Sevilla como ciudad.

b) –La Torre también ejerce un impacto sobre el modelo de transporte tendencial en el acceso a Sevilla por el oeste. Pues en Sevilla concurren circunstancias muy específicas en el espacio del oeste donde se ubicaría esa Torre y otras que aspirarán a seguir su ejemplo. Pues se trata del espacio geográfico-urbanístico de Sevilla cuyas características geográficas y posterior evolución urbanística es la peor para ello, al estar situados al oeste de Sevilla el Guadalquivir y la Corta del río en la Cartuja y más hacia el oeste la Cornisa del Aljarafe. El río y la Corta son una doble barrera natural para el gran tráfico rodado que se ha generado hacia Sevilla al canalizar ese tráfico por sólo cuatro pasos distanciados( puente del Alamillo, puente del Cachorro y dos puentes a San Juan). Y la Cornisa del Aljarafe supone otra barrera para el paso de tráfico rodado en cuatro pasos( la A-8077 de Camas-Albaida, la A-49, la antigua carretera a Huelva y la autovía al sur del Aljarafe) que después se reducen a tres cuando en la Pañoleta se unifican la A-49 y la carretera a Huelva.

Y aún con esas limitaciones de acceso a Sevilla fue surgiendo después de la EXPO92 un crecimiento urbanístico incontrolado que generó: asentamientos residenciales en Camas, Coria, Gelves, Puebla del Río y después en Santiponce, Guillena, las Pajanosas,..también una gran concentración de terciario desde la Pañoleta hacia el sur y, sobretodo, la enorme acumulación residencial en la primera y segunda corona del Aljarafe. Ese urbanismo residencial ha ubicado en la periferia a gran cantidad de población que mantiene el empleo en la Sevilla central, por lo que se ha generado una dependencia funcional excesiva de la periferia respecto de Sevilla capital con enorme tráfico orientado radiocéntricamente hacia ella. A ello se añade también la inevitable dependencia de Sevilla en cuanto actividades de ocio, culturales, servicios especializados, ..inexistentes en el urbanismo periférico incontrolado.

Ello ha determinado en el sector oeste la saturación y colapsamiento de los pasos por el río y la Cornisa, y de la SE-30 por la vega. Y ante ese problema se han propuesto medidas: el incremento del transporte público frente al uso del vehículo privado, la línea METRO 1, el carril-bus, el tren de cercanías...Pero esas medidas pueden atenuar ostensiblemente el problema pero no invertirlo hasta su casi desaparición. Pues esa zona oeste mantendrá irreversiblemente ese problema derivado de sus circunstancias geográficas y crecimiento urbanístico caótico que la han conformado así como un hecho consolidado. Y es de destacar que el incremento en el número de pasos(puentes) por el río no resolvería nada por estar agotada la capacidad de acogida de vehículos privados de la Sevilla Central(Centro Histórico+la Cartuja+Triana+los Remedios+Nervión), tal como bien se analiza en el PLAN DE TRANSPORTE METROPOLITANO de la Consejería de Obras Públicas, pues éste en las págs 26 y 28 diagnostica:
a) “la creciente congestión del viario urbano y del agotamiento de la capacidad de acogida( de aparcamiento)de la Ciudad Central(Centro Histórico+la Cartuja+Triana+los Remedios+Nervión”; b) que la Línea 1 de Metro al Aljarafe y el Metrocentro “tienden a romper ese modelo”...”pero estas actuaciones, que suponen el inicio de un nuevo modelo, pueden no ser suficientes por sí mismas para cambiar las tendencias de un proceso que...aparece como claramente no viable a medio y largo plazo ”; c) “que la capacidad viaria actual se encuentra agotada en todos los corredores”; d) que la Ciudad Central “carece de capacidad para absorber la movilidad metropolitana e interna a medio plazo, si ésta se produce en vehículo privado”; e) que “el impacto ambiental del modelo de transporte tendencial no es asumible desde criterios de sostenibilidad y compromisos ambientales internacionales”.
Y es importante poner de relieve que las anteriores afirmaciones del PLAN DE TRANSPORTE METROPOLITANO se hicieron ajenas a la posterior aprobación de la propuesta de la Torre Cajasol. Es por lo que sorprende que después se haya aceptado la propuesta de ubicar la Torre, y otras posibles, junto a una de las dos vías de paso por el río más colapsadas de toda el Área Metropolitana por el alto tráfico desde el Aljarafe y la vega a Sevilla, pues con su gran volumen albergará una enorme concentración puntual de actividades y servicios. Y ello supone generar en torno a ella una enorme concentración de desplazamientos individuales(generados/atraídos), que mayoritariamente irán en vehículo individual. Y con las medidas antes citadas la atenuación del problema sería menor que el incremento brutal en desplazamientos generados/atraídos que una edificabilidad tan alta como la de esa Torre y otras que le sigan generarán en la estructura urbana actual del ámbito Central de Sevilla(Centro Histórico+la Cartuja+Triana+los Remedios+Nervión).

Y en el mismo sentido expresado en el PLAN DE TRANSPORTE METROPOLITANO cabe preguntarse si es asumible desde criterios de sostenibilidad y compromisos ambientales internacionales el modelo de transporte tendencial que ya existe y al que reforzará negativamente la Torre Cajasol por el impacto ambiental resultante en emisiones( gases y ruidos).

Esa Torre y otras agravarían insolublemente el problema urbanístico por el oeste de Sevilla, y es por lo que de persistir el interés en su ejecución deben ubicarse en otros espacios donde no se den esas condiciones tan negativas. Y que pudiera ser en un espacio exterior a la SE-30 suficientemente distante de los pasillos aéreos al aeropuerto.


3ª)- Al no poder justificarse la gran altura de la Torre Cajasol y su ubicación con argumentos arquitectónicos y urbanísticos sus defensores pretenden convencer sobre su idoneidad con ideas muy generalizantes y muy usadas, pero procedentes del ámbito histórico, sociológico-filosófico y científico, además de emplear estrategias conocidas en el marqueting comercial y político. Así en su estrategia primera nos dicen que la Torre va con la “modernidad”, con el “progreso”, con el “futuro”, con la “transformación” de Sevilla,..y después utilizan la ruda estrategia argumental de colocar a los que se oponen a la Torre como “no abiertos” a las anteriores ideas.

En el primer caso tanto si hacen un juego encubridor como si creen en esas ideas convendría recordarles lo que en ellas ha acontecido desde sus orígenes. Pues la primera modernidad del Proyecto Ilustrado concibe la historia como un proceso de continua superación y progreso mediante el desarrollo y crecimiento ilimitados en la economía y la técnica, y en la que el presente y el futuro deben por ello olvidar y superar siempre al pasado. Pero al fracturarse entre progreso económico y realidad social surgen sucesivos discursos críticos alternativos y emancipadores contra ella hasta los años sesenta del pasado siglo, en los que el capitalismo productivo y del ahorro ha sido sustituido por el capitalismo del consumo y del gasto. Y en esos años sesenta ya se percibía la contaminación ambiental(R. Carson, 1962), y se hablaba sobre “los límites del crecimiento” económico y demográfico(Ward y Dubos, 1969), se perfilaba el discurso de la ecología humana y emergía en los setenta el movimiento ecologista en la política. Y también en esa etapa “post-moderna” se revisa en las artes la ruptura con el pasado y la incondicional apuesta de futuro, y se cuestionan los discursos y proyectos emancipadores de la anterior modernidad(Lyotard, 1979). Y las fases más recientes las han venido estudiando la sociología y filosofía siendo interpretadas por algunos autores como: “modernidad reflexiva”(Giddens, 1990), “segunda modernidad”(Beck, 1999), “modernidad líquida”(Bauman, 2000), “hipermodernidad” (Aubert, Lipovesky, 2005),..bajo una dinámica de cambio feroz e incierta a la par que se ha ido agrandando la “preocupación ecológica”. Pues si el discurso de algunas ciencias y tecnologías incidían o favorecían, aunque fuese implícitamente, el continuo progreso y crecimiento económico ello colisiona hoy frontalmente con los discursos de la ecología, la actual geografía, la ordenación del territorio y otras investigaciones científicas. Así al haberse agotado hace tiempo el primer proyecto de futuro que se había venido renovando hasta hace unas décadas unos han pensado que se caminaba hacia no se sabe qué futuro( Hobsbawm, 1995 ), y otros proyectan la idea de colapso(Diamond, 2005) sobre el horizonte.

Tal secuencia de ideas y actitudes muestra los sucesivos cambios en el seno de la “modernidad”, por lo que pronunciarse hoy en términos de “modernidad”, “progresismo”, “futuro”, “cambio”,...a secas es una total indefinición vacía de contenido bajo la que puede justificarse mucho de lo ocurrido en décadas anteriores pero nada de lo que hoy está ocurriendo.

En relación con las segundas estrategias argumentales ha de resaltarse que entre empresarios, políticos, técnicos y en algunos arquitectos sigue interiorizada aún aquella concepción optimista de la historia como continua superación, progreso,..con desarrollo y crecimiento ilimitados. Así el presente y el futuro deben seguir siendo superiores al pasado habituando a percibir sólo avance y superación en la realidad, obviando lo negativo de ella, y a “estar abierto” incondicionalmente a todo lo “moderno” y “nuevo” que nos traiga, y ello es la aceptación optimista, realista y a-crítica de toda “nueva” realidad.

Con esas concepciones se comprende que políticos, empresarios y algunos arquitectos sean proclives a considerar como “no abiertos” al “progreso”, a la “modernidad”, a lo “nuevo”,..a los que no aceptan lo que ellos conciben todavía hoy como tal. Y que el rechazo de la Torre Cajasol también lo consideren como ausencia de “realismo”, e incluso como un “no comprender la realidad económica mundial”.

Pero en el caso que aquí nos ocupa lo que no se acepta es la mimética importación a Sevilla de intervenciones arquitectónicas que como la Torre Cajasol son grandes operaciones inmobiliarias como otras realizadas en España, y que también tienen algo de importación de las que se prodigan en grandes ciudades que son capitales del poder financiero mundial (N. York, Londres, los Angeles, Chicago, Houston, Tokio,...), siendo Sevilla, como ya se ha expresado antes, una ciudad mucho más pequeña y sin la presión de la economía sobre el espacio que existe en aquellas grandes ciudades, y con otro papel en la escena europea. Y, además, la intervención de la Torre Cajasol se hace en el lugar menos adecuado urbanísticamente.


4ª)- El último argumento desplegado por políticos y banqueros es el de los “puestos de trabajo” que crearía la Torre. Para ello van inflando cifras sobre tales puestos de trabajo así como atribuyendo a Sevilla, y hasta a Andalucía, los beneficios que se llevará para sí misma la entidad bancaria.




Por todas las anteriores consideraciones es posible concluir que la decisión de ejecutar la Torre Cajasol, y otras que pudieran aparecer, carece de justificación por su incidencia negativa en el modelo de transporte del Área Metropolitana de Sevilla y por el tan brusco contraste que genera con las escalas edificatorias que han conformado a Sevilla por el oeste, así como no es posible encontrarle alguna justificación con los criterios hoy empleados en el análisis urbano y territorial. Y es una ilusa pretensión de modernidad al ignorar que se alinea con ideas y actitudes de una primera modernidad que ha quedado atrás.

Es por ello una decisión arbitraria en aras de una gran operación económica para el beneficio particular de una entidad financiera y de las empresas adjudicatarias, y siendo asimismo arbitraria la actitud de algunos políticos al creer que su legitimidad democrática les debe permitir llegar hasta tomar decisiones que rompen las perspectivas que la historia ha ido dejando en una ciudad.

Es por lo que en ese lugar puede ejecutarse otro edificio de semejante finalidad pero cuyo planteamiento deje de estar contaminado por emulaciones de símbolos foráneos carentes de actualidad, y de manera que su menor altura y edificabilidad no impacten tan negativamente ni en la funcionalidad urbanística de Sevilla ni en su perspectiva arquitectónica y patrimonial. Y que de existir empeño en la ejecución de esa Torre y otras se ubiquen en otros espacios de Sevilla donde no genere los problemas descritos.

Sevilla, abril de 2009